miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA PRIMERA (María Domínguez)

Ya llega la primavera

y el campo

llama a las flores

la hierba se viste

de verde

todo brilla con colores.

El sol calienta

más fuerte

paseo con papá y mamá

y si miramos al cielo

todos reímos contentos

viendo a las nubes jugar.

jueves, 28 de octubre de 2010

IBA UN DÍA CON SU ABUELO (Concepción Arenal)

Iba un día con su abuelo

paseando un colegial,

y debajo de un peral

halló una pera en el suelo.

Mírala, cógela, muerde,

mas presto arroja el bocado

que muy podrida de un lado

estaba y del otro lado, verde.

Abuelo,¿como será,

decía el chico escupiendo,

que esta pera que estoy viendo

podrida ,aunque verde, está?

El anciano con dulzura

dijo, vínole ese mal

por caerse del peral

sin que estuviese madura.

lunes, 27 de septiembre de 2010

LA PAZ DE UN NIÑO (Victoria Lucía Aristizábal)

La paz de un niño
es la paz en piel de armiño
la paz de un bello ruiseñor
cuando el Señor quita sus penas
llenando de alegrìa y horas buenas
a quièn màs le significa el poder del amor

Es del niño la blancura
la paz que da frescura, diamantina
una paloma que al niño se asoma
y se le posa sin ningùn temor
llenando de color con arco iris
para pintar su dolor con un marco
que significa ternura de corazòn

Con el niño la paz se inflama
con la llama del valor superior
con la voz amorosa de un racimo
de sìlabas que salen de su propio
corazòn para plantar con tacto
un canto que solo rime con amor

Coronados los niños por Dios amados
sin pena en la batalla porque no calla
la mano que intenta asesinar su pregòn
porque se mata con el niño el divino don
y cardos y penas quedaràn sin el niño de la paz
sin el niño que vino a enseñar con su inocencia
la ciencia de la firme y buena voluntad.

sábado, 17 de julio de 2010

HOJEANDO UN LIBRO (Ismael Enrique Arciniegas)

De láminas un libro yo hojeaba,
Y en un extremo de la sala, Lola,
Junto a su madre —que también cosía—
Cosía silenciosa.

De pronto «¡Watherloo!» dije en voz alta;
«¡Aquí Napoleón... éstas sus hordas!...
Lola, acércate, ¡ven! que raras veces
Se ven tan bellas cosas».

Dejó la niña su costura al punto,
Juntó a la mía su cabeza blonda,
Y de un beso el calor sintió extenderse
Por su frente marmórea.

Y mirando a su madre de soslayo,
Dijo quedo: ¡qué lámina preciosa!
Y añadió cabizbaja y sonriente:
Oh !muéstramelas todas!

jueves, 17 de junio de 2010

SER HOMBRE (Gladys Dávalos Arze)



¿Mamá
, por qué no puedo aprender a tejer?
¿Por qué me dices, que muñequitas no debo mecer?
Con lo que la comida me haces gustar,
¿por qué me prohibes a la cocina entrar?

Cuando mis tías vienen de visita
y quiero jugar con mi primita
saltando a la pita,
de pronto oigo un irritado grito:
"¡Eso no es de hombrecito!"

Y cuando me pongo a llorar,
porque yo sólo quiero jugar,
"¡Un hombre no llora!" me ordenas.
Y así me trago mis lágrimas y mis penas.
¿Así seré "todo un hombre"?
¿Significa eso "ser hombre", mamá?










domingo, 7 de marzo de 2010

MI GATO (Andrés Díaz Marrero)

Sobre el techo está mi gato.
No usa botas,
ni zapatos.

Tres yardas tiene de rabo.
No es de cuento,
ni de trapo.

No está gordo, ni está flaco.
Y de raza, es puro sato.

Toma su leche en el plato.
Hace purrrr, a cada rato.

Señores, así es mi gato.
Le he pintado su retrato.

miércoles, 27 de enero de 2010

QUÉ ESTARÁ SOÑANDO... (Daniel Adrián Madeiro)

Qué estará soñando el niño
que dormita en la vereda,
que lleva los pies desnudos,
toda sucia la cabeza.

Sobre bolsas de basura
su cuerpito se recuesta;
no es de nubes su colchón
ni sus sábanas de seda.

A su inflado vientre sólo
un hambre inmensa lo llena,
y le da gracias al sueño
que lo aleja de la pena.

Pregunté qué sueña el niño
que dormita en la vereda.
Que estúpida mi pregunta
si ese niño ya no sueña.

miércoles, 13 de enero de 2010

LOS RATONES (Lope de Vega)

Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

jueves, 7 de enero de 2010

EL SASTRE Y EL AVARO. Poema-fábula (Juan Eugenio Hartzenbusch)

Hay gente que dice cólega
y epígrama y estaláctita,
púpitre, méndigo, sútiles,
hóstiles, córola y áuriga.

Se oye a muchísimos périto,
y alguno pronuncia mámpara,
díploma, erúdito, pérfume,
Pérsiles, Tíbulo y Sáavedra.

Los que introducen esdrújulos
contra el origen y práctica,
imitación de su método
lean la presente fábula.

Sabrán, si me escuchan ústedes,
que hubo un tal Pedrillo Zápata,
sastre titular del Cóncejo
de no sé qué villa mánchega.

Era comilón Períquito
y algo amigo de la gándaya;
sin embargo, bien a ménudo,
lista su labor despáchaba.

Vivía en su pueblo un rícote,
cicatero sobre mánera,
que le encargó que le cósiera
calzones, chaleco y cháqueta.

Costumbre de pueblo péqueño
es, muy general y sábida,
que al sastre le dé la cómida
el mismo para quien trábaja.

Cose a vista del parróquiano,
engulle, según se trátara,
buen almuerzo y rico púchero,
cena, y se acabó la fátiga.

A casa de don Ceférino
se fue mi sastre de máñana;
sirviéronle su desáyuno,
y seda previno y águjas.

«Ea -dijo-, hasta que Isídoro,
tocando la gorda cámpana,
la hora de comer no séñale,
coso sin alzar la cábeza».

Echóse a pensar el ávaro
si en fuerza de aquellas pálabras
del sastre salir le púdiera
la manutención más bárata.

«¿Quieres -le propuso a Périco-
la olla comerte prepárada,
y hasta la cena seguídito
proseguir luego la tárea?»

Respondió el sastre: «Me acómoda,
y aun si la cena me sácaran,
me la engullera: mi apétito
no corre con hora márcada».

«Corriente -contestó el rícacho-:
vas a comer de una zámpada
para el día de hoy por cómpleto,
y coses luego sin párada».

«La mitad sobra, de séguro
-dijo el ruin para su cámisa-:
ni un avestruz que se púsiera
tanto en el buche se encájara».

«¡Vamos! -gritó-: ¡Pronto, próntito!:
corta la sopa y la ensálada,
y a Pedro sírvele en séguida
la olla y de cenar, Baltásara».

Dánsela y trágalo tódito,
y dice después de lá-cena:
«Yo en cenando no doy púntada;
buenas noches, voyme a lá-cama».

La salida del sastrécito
fue una solemne tunántada,
mas de burlar a misérables
ni un místico se escandáliza.